Todo menos nuevo y sorprendente

lunes, diciembre 17

Es increíble la gran capacidad que tienen algunas personas para mentir, y la escasa casi inexistente capacidad que tenemos otro. De repente nos encontramos frente a ciertas situaciones en las cuales no podemos disimular lo que nos pasa, cuando la respuesta a ciertas cosas no puede ser alterada como para quedar medianamente bien, NO tus sentimientos afloran del tal manera, que se puede ver a 100 metros de distancia lo que estas sintiendo en ese momento, que pensas que estas poniendo la mejor cara de simpatica, cuando en verdad, tenés la peor cara de compromiso, de sonrisa forzada, tensa, y no se la cree nadie, vos si. Y después vienen y te preguntan (aquellos que te conocen) "Che pordrías haber puesto mejor cara" y vos muy ingenuamente respondes "Pero si está todo bien, puse la cara que me salió, la mejor". Y ese es el momento que pasaremos a denominar quiebre, cuando pensas por dentro (porque no lo decis ni ahi) "Que boluda quede, se re dio cuenta". Convengamos que esto nos suele suceder a las mujeres, ya que los hombres tiene la capacidad innata de mentir( pero no es el tema a tratar en este post, ya nos encargaremos de eso). Y bien ya sabemos como se ve uno ante tal situación de nervios, de querer simular algo que no es, de querer poner una cara que no tenés, y por suerte te das cuenta de lo mal que quedaste y cuanto se te noto ese sonrisita. Pero como te ve el del otro lado, al que le tiraste la sonrisita falsa, y se dio cuenta, pensará "Esta tarada, espero que se este dando cuenta de la cara de boluda que está poniendo", o, "Que simpática resultó ser, pensé que no me bancaba ni ahí".
Después tenemos al tercer participante del asunto, que sería aquel que lo ve de afuera, que está apartado de la situación, y piensa "No se bancan, y se tiran sonrisitas, no se dan cuenta que todos sabemos que no es real la buena onda"
OK, si somos buena onda, porque es falso, si somos mala onda, somos histericas, nos gusta el quilombo, queremos crearle una situación incomoda al resto.

A ver si nos dejamos de joder, y cada uno pone la cara que quiere, puta al final terminamos actuando para los demás y no hacemos lo que se nos cantan los cojones y punto, siempre pensamos en el que dirán. Y lo mal que hacemos.