-

jueves, febrero 14

Y de repente te despertaste y ya no era lo mismo, no sólo tenías integrado a tu ser el dolor de cabeza causante del grado de inconciencia de la noche anterior sino que había algo más, algo que por más que no sabías bien que era, te daba la certeza de que iba a hacer que tu dolor de cabeza permaneciera con vos por un largo tiempo. Abrís los ojos, los volvés a cerrar, creyendo que la realidad con la que te encontraste, un parpadeo anterior a éste, iba a cambiar. Siempre creiste que volver a despertar luego de una mala noche cambiaría el estado de las cosas, o por lo menos de las personas, por lo menos este día, sólo este día. Cuando tomaste el coraje necesario abriste los ojos, y notaste que no era tu habitación, ni tu ventana, no estaba como todas las mañanas ese rayo de sol que resplandecía en la ventanita del baño y rebotaba directo a tu pierna derecha. No era tu habitación, y mucho menos tu cama. Cerrás los ojos, volvés a pensar que si los abrís de pronto ese reflejo delsol va a estar en tu pierna y que vas a estar en tu cama, pero obviamente eso no ocurriría, por eso te levantaste, buscando algo familiar, algo o alguien que te diga el porqué de estar en un lugar que no era tu casa. Luego de recorrer la cocina, el baño, el living y todos sus rincones, desde el más oscuro hasta el más iluminado por el día soleado y caluroso, abriste cajones, puertas y ventanas, y nada parecía estar a tu alcance. Encontras una nota, intentás descifrarla pero la imperfección de las letras te imposibilitan hacerlo, pareciera escrito por un nene, chiquito que recién aprende a escribir. No podías estar más alterada, a punto de quebrar en lágrimas, intentas utilizar el teléfono, pero no hay un número que puedas memorizar, no entendes qué pasa, solo tenés la certeza de que hay algo que no está en su lugar, hay cosas que no sabes, o que te perdiste.
Decidis ir a bañarte, quizás eso te calme, no tenés ropa limpia, ni siquiera sabes donde hay toallas, todo es desconocido en este lugar, lo sentías tan tuyo pero tan ajeno. Luego de un momento dubitativo te dirijis al baño y te sorprende el hecho de que no haya agua, nada podía salir peor, no sólo no sabías exactamente que pasaba, sino que tampoc podías hacer lo que estaba a tu alcance.
Escuchas un ruido de llaves, corres hacia la puerta y ves la mano de un hombre entrando al desconocido lugar, era como una caja de pandora, cuanto más tiempo pasaba descubría algo nuevo, nada útil, pero nuevo al fin. Sorprendida, como si nunca hubieses visto a un ser humano, gritás como asustada, el hombre te saluda, se presenta, esperando tu respuesta, vos estas quieta, dura esperando que el hombre te diga que ocurría, que páso la noche anterior que hizo que este día vos no entiendas ni que día es. Desconcertado, el hombre, comienza gritarte diciendote que no entiende que te pasa, que simplemente te dormiste y hoy te despertaste así.
Ni vos ni el entendía que pasaba, es sólo que a veces, uno mismo se siente ajeno, no solo a su propia casa, sino al mundo en sí, todos los días descubre algo que antes no sabía, que no siempre nos es útil, sin embargo se agrega a la suma de los días de cada uno, haciendo que cada día sea diferente, ése día fue diferente para vos, y como muchos no entendiste que pasaba en el mundo, ni siquiera en tu cabeza, y fue preferible olvidar todo lo malo, desde aquello que no pudiste descifrar a el dolor de cabeza, que después de haberte entretenido en otras cosas, olvidaste su existencia, y así con todo lo demás, le diste atención al dolor de cabeza y a tu sensación de rareza y olvidaste hasta el lugar donde vivís, de dónde viniste, y qué hiciste ayer.

 
Sobredosis de PC - by Templates para novo blogger