Crónica de una noche sin sueños

martes, febrero 26

Como de costumbre yo atenté a tu audacia, desafiante, vos sorprendido por mi frontalidad te invité a que vieras como sueño. En tono de burla te hiciste el difícil pero remataste mi pregunta con un sí lleno de dudas y seguridad, dijiste que nada pasaría, yo creí en tu palabra, y no cumpliste. Y lo bien que hiciste en no cumplir. Ésa noche, habían amigos, habían estrellas, habían botellas y un espacio vacío que supimos llenar. Te llevaste tu inseguridad y la mía a un bolsillo lejano a nuestro espacio y empezaste aquello que yo alguna vez quise terminar. De donde lo mirase se lo podía interpretar de diferentes maneras, y yo elegí la peor, confundí el despecho con amor. Pero eso no es lo que importa ahora, ya que esa noche todo se llevó, mi dolor, mi amor, mi rencor, mi color. Fue todo un juego, así empezó, jugamos a decirnos la verdad y lo mal que nos salió, no sólo yo te mentí a vos y vos a mí sino que cada uno se mintió a sí mismo, creyendo que esa noche no significaría nada. Vos insistías, yo resistía, vos no entendías mis razones ni yo las tuyas, nunca nos entendimos muy bien, sólo cuando coincidíamos en algo, como ésa noche que coincidimos en amanecer con el otro al lado. Si te hubiese hecho caso, hubiese sido mejor, a tu manera. A mi manera estuvo bien, pero faltó algo, no quiero saber qué fue. Fuimos tontos los dos al creer, que olvidaríamos fácil aquello que hicimos crecer, no fue amor ni locura no es odio ni amargura. La noche llevó buen ritmo, sin palabras, pero diciéndonos mil cosas, descubrí nuevas cosas en vos, quizás vos en mí, nunca te lo pregunté. Sentí decepción de tu lado esa noche, espero que así no sea, fui yo misma más que siempre, sentí que podía ser yo misma con vos ahí, que no habían prejuicios, que no marcarías mis errores como siempre lo hiciste. Pero aparentemente si lo hiciste, para justificar tu error marcaste el mío. Eso opacó toda claridad que esa noche logramos concretar, era de esperarse, esa noche me hizo olvidar cuan inseguro e inmaduro fuiste siempre. Es que creo que ésa noche, alguien se apoderó de nosotros, y puso en nuestros cuerpos otras almas, pero funcionó solo por 7 horas, porque después volvimos a la normalidad, y vos seguías siendo el mismo y yo también. Es casi un milagro que recuerde tan claramente esa noche, a diferencia de vos, que tenés o queres tener otra versión de los hechos, pero te conozco y sé que llevas grabada en tu retina una imagen congelada de esa noche. No quería dormirme, pero lo hice. Vos no querías que durmiera, no querías que me vaya, no querías que te deje. Pero lo dijiste tarde, deberías haber sido más sincero conmigo, espero te arrepientas de eso, como yo. Dormí muy poco, de a ratos despegaba un ojo para comprobar que seguías ahí, por suerte no me lleve ninguna sorpresa. Cuando finalmente me desperté, notaste mi insomnio a tempranas horas de la mañana, el sol pegó en nuestras caras sin pedir permiso, y despegaste los ojos, y pude ver que descubriste que seguía ahí, pero yéndome. No estabas igual que en la noche, quizás no conmigo, sino con el mundo. Afuera de esas paredes verdes flexibles, blandas todo cambiaba, ¿Quién me mandó a salir? Mi inconsciente seguramente, porque mi consciente quería quedarse, para sacarte el malestar para quedarme tirada haciendo nada, con vos al lado, para ir acostumbrándonos a la luz del sol y a la presencia del otro y salir. No fue así, yo salí sola, y cuando volví tu alma había vuelto a tu cuerpo, la otra se había ido, al igual que la mía que lamentablemente volvió sin que la llamara, la otra me sentaba mejor. Salimos a la intemperie y todo fue diferente. Volviste a ser el rencoroso, inmaduro, irritante, inseguro, odioso, hiriente, y poco hombre de siempre. Ojalá un día nos vuelvan a cambiar el alma por 7 horas como aquella noche.

3/3

jueves, febrero 21

Matemática: adentro.

OFICIALMENTE GRADUADA.


que bien que suena.

2/3

martes, febrero 19

Creo que mi felicidad es inmensa, me queda una sola. Y sí, lo posteo en el blog para que aquellos que lo frecuentan sepan cuan feliz soy, aunque no les importe jaja.


Sociología, adentro.

1/3

lunes, febrero 18

BIOLOGIA

ADENTRO

infinita felicidad, quedan dos más

Quiero

sábado, febrero 16

Seguir soñando y esperar lo imposible, pero que deje de serlo.
Soñarte y que sea imposible evitarlo.
Cruzarte y cruzarnos.
Verte y mirarnos.
Seguir siendo iguales y diferentes a la vez.
Y quiero seguir soñando.
Y quiero seguir jugando.
Y quiero no tirarme para atrás.
Y quiero...

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jueves, febrero 14

Y de repente te despertaste y ya no era lo mismo, no sólo tenías integrado a tu ser el dolor de cabeza causante del grado de inconciencia de la noche anterior sino que había algo más, algo que por más que no sabías bien que era, te daba la certeza de que iba a hacer que tu dolor de cabeza permaneciera con vos por un largo tiempo. Abrís los ojos, los volvés a cerrar, creyendo que la realidad con la que te encontraste, un parpadeo anterior a éste, iba a cambiar. Siempre creiste que volver a despertar luego de una mala noche cambiaría el estado de las cosas, o por lo menos de las personas, por lo menos este día, sólo este día. Cuando tomaste el coraje necesario abriste los ojos, y notaste que no era tu habitación, ni tu ventana, no estaba como todas las mañanas ese rayo de sol que resplandecía en la ventanita del baño y rebotaba directo a tu pierna derecha. No era tu habitación, y mucho menos tu cama. Cerrás los ojos, volvés a pensar que si los abrís de pronto ese reflejo delsol va a estar en tu pierna y que vas a estar en tu cama, pero obviamente eso no ocurriría, por eso te levantaste, buscando algo familiar, algo o alguien que te diga el porqué de estar en un lugar que no era tu casa. Luego de recorrer la cocina, el baño, el living y todos sus rincones, desde el más oscuro hasta el más iluminado por el día soleado y caluroso, abriste cajones, puertas y ventanas, y nada parecía estar a tu alcance. Encontras una nota, intentás descifrarla pero la imperfección de las letras te imposibilitan hacerlo, pareciera escrito por un nene, chiquito que recién aprende a escribir. No podías estar más alterada, a punto de quebrar en lágrimas, intentas utilizar el teléfono, pero no hay un número que puedas memorizar, no entendes qué pasa, solo tenés la certeza de que hay algo que no está en su lugar, hay cosas que no sabes, o que te perdiste.
Decidis ir a bañarte, quizás eso te calme, no tenés ropa limpia, ni siquiera sabes donde hay toallas, todo es desconocido en este lugar, lo sentías tan tuyo pero tan ajeno. Luego de un momento dubitativo te dirijis al baño y te sorprende el hecho de que no haya agua, nada podía salir peor, no sólo no sabías exactamente que pasaba, sino que tampoc podías hacer lo que estaba a tu alcance.
Escuchas un ruido de llaves, corres hacia la puerta y ves la mano de un hombre entrando al desconocido lugar, era como una caja de pandora, cuanto más tiempo pasaba descubría algo nuevo, nada útil, pero nuevo al fin. Sorprendida, como si nunca hubieses visto a un ser humano, gritás como asustada, el hombre te saluda, se presenta, esperando tu respuesta, vos estas quieta, dura esperando que el hombre te diga que ocurría, que páso la noche anterior que hizo que este día vos no entiendas ni que día es. Desconcertado, el hombre, comienza gritarte diciendote que no entiende que te pasa, que simplemente te dormiste y hoy te despertaste así.
Ni vos ni el entendía que pasaba, es sólo que a veces, uno mismo se siente ajeno, no solo a su propia casa, sino al mundo en sí, todos los días descubre algo que antes no sabía, que no siempre nos es útil, sin embargo se agrega a la suma de los días de cada uno, haciendo que cada día sea diferente, ése día fue diferente para vos, y como muchos no entendiste que pasaba en el mundo, ni siquiera en tu cabeza, y fue preferible olvidar todo lo malo, desde aquello que no pudiste descifrar a el dolor de cabeza, que después de haberte entretenido en otras cosas, olvidaste su existencia, y así con todo lo demás, le diste atención al dolor de cabeza y a tu sensación de rareza y olvidaste hasta el lugar donde vivís, de dónde viniste, y qué hiciste ayer.

Buena Vibra

martes, febrero 12

No creo ser la unica que siente buenas vibras cuando algo cree le esta saliendo bien. Algo bueno está por venir, hoy me acuesto un gramo menos preocupada que ayer, hoy duermo una hora más, bueno quizás no, porque cuando a uno le pasa algo que le da un buen indicio de repente empieza a fantasear y vuela, vuela mucho por los aires de las ilusiones sin (para uno) riesgo a derrumbe (esperemos que ese momento tarde en llegar o ni llegue), imaginas infinitos planes cumplidos, imaginas haciendo lo que aspiras hacer de acá a unos años.
Ayer precisamente me dieron una noticia tan buena que da pie a transitar el mundo de las ilusiones y no me quiero bajar de ese tren quiero seguir viajando hasta que esas ilusiones, esperemos, dejen de serlo, solo espero que este cerca del piso, por las dudas vió.




(cortito pero necesario, mi felicidad abunda no me importa no tener inspiracion ni escribir poco ja!)

Encuentro entre un texto y yo

miércoles, febrero 6

Dando vueltas por diferentes blogs encontre este que adjuntaba un texto sacado de la revista La Nación, cuando lo leí me sentí bien de haberme chocado con este texto, ya que a 3 semanas de emepezar a estudiar en un lugar nuevo y empezar con algo diferente, me abrió un poco la mente a cambiar la manera de ver y enfrentar las cosas, mis cosas del día a día. Increible como llegan las palabras a una persona.

En los últimos tiempos se está exagerando un rasgo que caracteriza a la sociedad actual: la compasión que despiertan los niños y jóvenes cuando se les plantea una exigencia o se los enfrenta a un desafío. En general, los padres se escandalizan cuando sus hijos son sometidos a exámenes, por sencillos que sean. En lugar de buscar que las pruebas sean más exigentes para que sus hijos exploren sus posibilidades hasta el límite, se compadecen por lo que interpretan como un esfuerzo ciclópeo (monumental) por parte de las jóvenes “víctimas”.De lo que se trata es de evitar “traumas” a las nuevas generaciones, entre otras razones porque es más cómodo no asumir los problemas que supone sostener la necesidad de la exigencia. El imperativo actual es hacerse querer a toda costa, y la seriedad parecería incompatible con el afecto. En un reciente artículo F. Alberoni señala que “ésta es la primera vez en la historia que una generación llega a la universidad sin haberse enfrentado desde la escuela primaria a una serie progresiva de exámenes, sin haber aprendido a concentrarse, a afrontar los desafíos, a apretar los dientes, a resistir las frustraciones”.Corremos el serio peligro de estar educando para el conformismo, evitando proponer objetivos a ser conseguidos con esfuerzo. Esta compasión por los jóvenes demuestra nuestro profundo desinterés en construirlos como personas. En un mundo que busca crecientemente la satisfacción instantánea de todos los deseos, resulta lógico que se intente eliminar las vallas interpuestas en la obtención del placer. De allí la crisis de la educación, que, por el contrario, es el aprendizaje de la postergación, la experiencia de los esfuerzos que supone alcanzar una meta y de la dedicación y el rigor que ello demanda.Hoy, muchos padres parecen creer que sus hijos son explotados por un sistema injusto –el escolar- que pretende que encaren con seriedad un esfuerzo intelectual. No advierten tampoco que éste es un medio para habituarlos a una manera de enfrentar su vida. Abundan los ejemplos de esta actitud. Incluso en el ámbito universitario se plantea, como razón para disminuir la exigencia, el hecho frecuente de que los alumnos trabajan. En las generaciones que nos precedieron, todos conocimos casos de estudiantes que, trabajando –y no poco tiempo- estudiaron con gran sacrificio y completaron su carrera en el lapso previsto con muy buen rendimiento. El relato de quienes caminaban largas distancias hasta la universidad para ahorrar el costo del transporte está presente en la memoria de muchos de nosotros.En la nota comentada Alberoni convoca a los propios jóvenes a reaccionar ante esta conducta complaciente de sus padres, porque hacerlo es esencial para sus vidas. Les adjudica “la suficiente inteligencia para entender que el sufrimiento, la lucha, los obstáculos, los exámenes, son indispensables para crecer, para fortalecerse, para comprender a los demás y al mundo. No solo refuerzan su voluntad sino que los enriquecen interiormente. Solo quien se ha cansado comprende el cansancio de los demás, solo quien ha sufrido comprende el sufrimiento. La mente crece resolviendo problemas. Es como un músculo que se fortalece trabajando”.Hoy está en crisis esa concepción del poder formativo del trabajo, del valor que el esfuerzo tiene para modelar la personalidad del ser humano. Por esto, tal vez corresponda a los jóvenes reaccionar ante la compasión que les demuestran sus padres y la sociedad actual. Deberían advertir que esta actitud simpática y cómoda, esconde una artera traición al germen de posibilidad humana que se encierra en cada uno de ellos.

Guillermo Jaim Etcheverry"La Nacion” – Domingo 21 de Agosto de 2005 – Revista

Buenos Aires no te extrañé.

Luego de haber andado durante 20 días visitando un par de sitios de la Costa Atlántica Argentina, vuelvo a Buenos Aires sin un gramo de imaginacion, a esto se le suman las ganas de no hacer nada, osea de no pensar, eso me lleva decir que mi blog corre serios riesgos de extinción. A pesar de haber visto un ritmo digamos muy lento en la gran mayoria de los blogs que chusmeo, admito que no es lindo no poder nutrir su propio blog, con cualquier cosa, desde algo que me haya pasado mientras vacacionaba, o algun dato anecdótico de mi regreso. No, nada de eso es potable para escribirlo, o simplemente no quiero aburrir a nadie.
Solo cabe agregar que antes de ayer, fue un día raro, ya que me lesioné varias veces en el día, y cuando éste ya estaba llegando a su fin (previo a mis clases de mat con seba) se me para un, llamemoslo, Señor Loco, que comenzó a hablarme de su vida, a todo esto mi falta de atención al Señor Loco era infinitamente calculable, pero no pareció importarle y pensé "Lo voy a escuchar, quizás su locura me saque una sonrisa en este día agoviante". Luego de varias vueltas al palo que sostenía la parada del 60, se decide y me habla. y textualmente me dice "Yo me voy a ir a vivir a Inglaterra, ahora la semana que viene, pero no vuelvo mas, bueno en realidad voy a volver con mi esposa y mis hijos, que todavia no los tengo, pero si de viejo voy a venir a la Argentina, me voy a quedar allá mucho tiempo". A todo esto yo no sabía si dalre la razón, hacer como que le creía o reirme (sentía que estaba viendo en vivo y en directo policías en acción cuando encuentra a algun loco, como el rata, y el que pintaba una camioneta que era muy muy similar a la Mona Gimenez). Se retira, a los dos minutos vuelve, yo sorprendida pensando con que saldría ahora este Señor, y me pregunta "¿Vos sos israelí, no?" Me sorprendí con su pregunta, me reí le contesté, "No, no soy argentina", me discutio 10 minutos , diciendome que estaba equivocada que era israeli, que mis padres argentinos no eran biologicos sino que me adoptaron en su viaje a Israel (?) Nosé si por desgracia o por suerte llegó su colectivo, su destino: Tigre. Es lo único verídico de todo lo que dijo durante los 20 minutos que estuve esperando el 60 ALTO.

 
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