sábado, marzo 22
Hace calor , el sol pega en su cuerpo sin pedir permiso.
Escucha que llaman en la puerta, desde lejos ve alguien aplaudiendo con ganas y ansiedad. Donde estaba no notaba quien era, y comenzo a acercarse.
Ella veía como se aproximaba a la reja, y notó su sorpresa al verla. El no esperaba que ella estuviese ahí, ella no lo tenía planeado.
Los dos sabían que en algún momento ese encuentro tenía que dejar de ser una ilusión óptica, y pasar a ser un hecho.
Ella lo mira resignada, su cara demostraba todo lo que quería decirle, sus ojos inundaban el espacio de ganas de estar junto a él. Su corazón hacía temblar el piso, de tan fuerte que latía. Su respiración era cada vez maás fuerte, tan fuerte que soplaba el pasto recién cortado por él.
Sin dar más vueltas escupe todo lo que tenía adentro, de una manera tan directa y tan bruta que lo deja duro, sin saber qué decir , qué hacer, ella no le pide más que silencio, no quería escuchar sus palabras, sabía que el desenlace de su historia sería o muy buena o muy mala, no tenía grises. Nunca los tuvo, siempre prefirió los extremos.
Ahora sabía que la suerte estaba hechada, el tiempo se congeló ante esos ojos, la respuesta se había varado a mitad de camino, y su película nunca terminaba, tampoco quería que termine, por miedo a no hacer una segunda parte, mejor que la primera.
